martes, 17 de noviembre de 2009
Aquí estoy, medio en brumas porque anochece rápido dándome de cabezazos con el teclado en busca de las palabras que en fin a nuestra obra.
Quedan tres escenas... sólo tres pero qué largas se me están haciendo.
La palabra como un animal esquivo y desconfiado que nos olisquea las manos en busca de comida pero que huye a la carrera cuando se siente amenazada. Y claro, para que se quede hay que tener el pulso verdaderamente firme.
Voy a ver si nos reconciliamos.
Etiquetas: dramaturgia
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1 comentarios:
¡Tengo unas ganas de leer ese final!
Por cierto, ¡qué bonito te ha quedado el blog!
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