martes, 2 de marzo de 2010

No sé por qué
Comienzo a vivir en esta cuesta arriba que se me hace el día y acuden a mi cabeza como perros hambrientos canciones del pasado. Algunas ni siquiera supe cuán importantes eran hasta hoy. Las busco, las escucho y me las clavo en la carne como una encrucijada de besos, de latidos inmóviles.
Ya no duelen desde el fuego ni desde la piel, duele más profundo en un punto más allá de la carne que se abre se abre y no deja pasar la luz.
Estoy feliz porque han dejado de cargar con un nombre y con un acontecimiento. Traen un olor, el roce de una espalda pero no traen la nostalgia de retomar, ni siquiera la de dónde fueron a parar los restos del naufragio.
Estoy triste porque me parten en dos, en cuatro en un millón de diminutas lauras con ojos abiertos de par en par. Casi dejo de creer.
Casi
http://www.youtube.com/watch?v=INgXzChwipY

1 comentarios:

Zo Brinviyer dijo...

...a leer la Teoría King Kong ¡YA, YA, YA!