martes, 25 de mayo de 2010
La fascinación de lo difícil
Ha secado la savia de mis venas
sustrayendo la alegría y el natural contento
de mi corazón. Hay algo que daña nuestro potro
Para que tenga, como si no tuviese sangre sagrada
Ni hubiese saltado en el Olimpo de una nube a otra,
Que estremecerse bajo el látigo, las dificultades, el sudor y el sobresalto
Como si arrastrase un carro gravero. Malditas sean las obras teatrales
Que hay que montar de cincuenta maneras...
W.B.Yeats
Etiquetas: poesía
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